Header Ads

La guerra de las Molucas del 2000 no fue religiosa, pero sus cristianos asesinados sí eran mártires

El padre Agus Ulahyanan fue uno de los negociadores de la paz de Malino, que detuvo 2 años de intensa violencia en las Islas Molucas entre musulmanes y cristianos (sobre todo protestantes). Este sacerdote puntualiza que no fue una verdadera guerra de religión, sino que la religión fue una herramienta más manipulada para exacerbar odios entre facciones.

Sin embargo, añade que muchos cristianos sí murieron como auténticos mártires, ya que sus asesinos les daban la posibilidad de apostatar de Cristo para salvar la vida. 

Ahora Agus Ulahyanan es el nuevo secretario ejecutivo de la Comisión episcopal para el diálogo interreligioso.

Nativo de las Molucas, vivió en primera persona el conflicto y fue uno de los protagonistas de la histórica Declaración del 2002, que estableció la paz entre las 2 comunidades.

El sacerdote indonesio, de la diócesis de Amboina (en la antigua Nueva Guinea Holandesa, con unos 120.000 católicos),demostró su capacidad diplomática y pacificadora en la negociación de paz que llevó a la  Declaración de Malino del 12 de febrero de 2002.

Entre 1999 y  2001 en Ambón y en todas las Molucas se combatió una guerra sanguinaria entre cristianos (sobre todo protestantes) y musulmanes. Miles de personas fueron asesinadas, centenares de iglesias y mezquitas destruidas y miles de casas arrasadas. casi medio millón de prófugos. En febrero del año 2002 se acordó una tregua firmada en Malino, en las islas Sulawesi del Sur, a través de un plan de paz favorecido por el gobierno.

Sin embargo, la tregua no frenó episodios esporádicos de terror contra víctimas inocentes; entre los varios casos que han producido horror e indignación en todo el mundo fue la decapitación de 3 jovencitas que iban a la escuela, realizada por extremistas islámicos en octubre de 2005.

Para Agus Ulahayanan no se trató de un verdadero y propio conflicto “interconfesional”, sino más bien de violencias derivadas de una “manipulación” de la religión dirigida a “exacerbar los ánimos” y aumentar el enfrentamiento.

Después de meses de análisis, entrevistas y recolección de documentaciones en el campo, el sacerdote  está convencido de que lo religioso “fue manipulado” para convertirse en “nafta para tirar” en el fuego del conflicto y factor clave para “insinuar un sentido de fanatismo”.

El conflicto era entre musulmanes radicales y protestantes, agrega, pero terminó involucrando también a los católicos que por costumbres, cohesiones culturales y sociales tenían ligámenes sólidos con una de las dos partes en lucha.

Él recuerda a las víctimas del conflicto pertenecientes a la comunidad católica -pocos en números absolutos, pero muchos si el dato es tomado en porcentaje sobre el total de los fieles en las Molucas- y las devastaciones sufridas, entre las cuales casas destruidas; las personas sorprendidas y golpeadas en una zona teatro de combates; al final en concreto fueron asesinados a causa de sus fe cristiana, por rechazar “convertirse por la fuerza” al islam.

“Cuando se habla de “modernos” mártires a causa de la fe -concluye el p. Agus- pienso en la tercera categoría antes citada. Estas personas inocentes fueron asesinadas sólo porque eran cristianas o católicas”.

This entry passed through the Full-Text RSS service - if this is your content and you're reading it on someone else's site, please read the FAQ at http://ift.tt/jcXqJW.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.