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¿Qué no es ser santo? El Papa Francisco responde

En su exhortación apostólica Gaudete et Exsultate (Regocijaos y alegraos) el Papa habla de las visiones erradas de la santidad en la que caen no pocos grupos de católicos y que muchas veces la hacen ver como una meta lejana, inalcanzable o como un estatus privilegiado y reservado para un selecto grupo. Presentamos algunas de estas concepciones con citas en las que el Santo Padre busca aclarar estas malas interpretaciones:
  1. Pensar que la vida de los santos es perfecta: Ellos “aún en medio de las imperfecciones agradaron al Señor” #3, justamente en medio de sus flaquezas y debilidades los santos reconocen sus limitaciones y piden al señor el auxilio de la gracia.
  2. Anhelar tener las cualidades de los demás: Muchos cristianos se desgastan intentando imitar ciertos estereotipos o cualidades “que no han sido pensados para ellos” #11 en lugar de distinguir sus propias cualidades, ver cómo por medio de ellas le pueden dar gloria a Dios y valorarse por el simple hecho de ser hijos de Dios, no por sus capacidades humanas.
  3. Dedicar muchas horas del día a la oración: Si bien algunas personas tienen la vocación de tener una vida intensa de oración (como los religiosos de vida contemplativa), “todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra”, dice el Papa quien, pregunta más adelante: “¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales” # 14
  4. Buscar imitar hasta el más mínimo detalle de la vida de los santos. “No todo lo que dice un santo es plenamente fiel al Evangelio, no todo lo que hace es auténtico y perfecto. Lo que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación, esa figura que refleja algo de Jesucristo y que resulta cuando uno logra componer el sentido de la totalidad de su persona” #22.  Los detalles, en cambio pueden corresponder a una época determinada, a una situación cultural o a un tipo de personalidad.
  5. Creer que el santo tiene respuestas a todas las preguntas. La fe es un misterio que se ilumina con la luz natural de la razón.  Es una actitud soberbia absolutizar las propias teorías y obligar a los demás  estar al servicio de los propios razonamientos”. # 39. Quien actúa así puede ser un “falso profeta” #41. Los santos pueden tener dudas, pero tienen una gran confianza en Dios y en aquello que no terminan de entender. Es importante querer formarse en la fe, sin embargo, puede ser una tentación creer que se sabe todo y considerar a los demás como una “masa ignorante” #45.
  6. Creer que la santidad son solo conquistas humanas. Este vicio proviene de la herejía del pelagianismo, la cual le resta importancia al tema de la gracia que puede suplir nuestra debilidad, sobrepasa nuestra inteligencia y las fuerzas de la voluntad humana # 54. A este grupo pertenecen las personas que tienen “una obsesión por el cumplimiento de la ley”, una “fascinación por mostrar las conquistas sociales y políticas”. Es una tentación para los cristianos buscar la vanagloria “ligada a la gestión de asuntos pacticos, las dinámicas de autoayuda y de realización autorreferencial” #57. Es importante en cambio “dejarse llevar por el Espíritu en el camino del amor”#57
  7. Ignorar las situaciones dolorosas, cubrirlas, esconderlas. “La cruz, sobre todo los cansancios y los dolores que soportamos por vivir el mandamiento del amor y el camino de la justicia, es fuente de maduración y de santificación” #91. El cristiano que ignora la cruz busca muchas veces poner su seguridad “en los éxitos, los placeres vacíos, las posesiones, en el dominio sobre los demás y en la imagen social alejándose así del ideal de la santidad”. #121
  8. Pensar que todo alrededor tiene que ser favorable. El santo puede, si está a su alcance, cambiar algunas realidades que lo rodean. En caso de que no se pueda cambiar, él acepta con docilidad las dificultades. Es necesario tener cuidado con las “ambiciones de poder y los intereses mundanos, los cuales muchas veces pueden jugar en contra nuestra”. #91
  9. Creer que el cristianismo es una ONG Si bien es indispensable que la Iglesia tenga en cuenta su dimensión misionera, “no puede separarse de las exigencias del Evangelio” #100 El Papa nos invita en este punto a mirar algunos santos como San Francisco de Asís, Santa Teresa de Calcuta o San Vicente de Paúl quienes “ni la oración, ni el amor de Dios, ni la lectura del Evangelio les disminuyeron la pasión o la eficacia de su entrega al prójimo, sino todo lo contrario” #100.
  10. Huir a un “lugar seguro”. El santo huye de las ocasiones de pecado, pero no busca refugiarse en seguridades humanas. Cuando esto ocurre se puede caer en tentaciones como “el individualismo, el espiritualismo, encerramiento en pequeños mundos, la instalación, la repetición de esquemas prefijados, el dogmatismo, la nostalgia, el pesimismo, y el refugio en las normas” #134. Recordemos que Dios, en cambio, “nos lleva allí donde está la humanidad más herida y donde los seres humanos, por debajo de la apariencia de la superficialidad y el conformismo, siguen buscando la respuesta a la pregunta por el sentido de la vida”. 
 
 

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