Clamor de tres millones de pobres
¿Qué hacer en esta realidad que nos agobia y nos interpela? La gran respuesta siempre la esperamos de arriba, de los dirigentes políticos y sociales, de los que tienen el deber y la responsabilidad de conducirnos con sus decisiones y de sus leyes. A nosotros nos incumben las respuestas de la inmediatez, de la urgencia, de los casos concretos, de solucionar las necesidades básicas que no pueden esperar, porque la verdad es que, en palabras del secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, "estamos ante una situación de abandono, injusticia y desposesión de los derechos más básicos de la persona". Cáritas de Córdoba puso en marcha, hace ya un año, un economato social que presta atención de primera necesidad, y que ya está desbordado, según ha manifestado el obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández, hace unos dias: "Se hizo para atender a cien familias y ya va por más de quinientas". En el economato, las familias con dificultades económicas severas pueden comprar con dignidad la comida y los útiles que necesiten, pero a un precio mucho más reducido. Cáritas, se ha dicho, " es la caricia de la Iglesia para su pueblo, es su sensibilidad y cercanía".
Vicente Gaos, aquel poeta de inmensas inquietudes sociales, proclamaba:"No, corazón, no te hundas. / Y vosotros, ojos, no queráis cerraros en llanto. / La vida es mucho más larga, mucho más grande de lo que ahora supones". Ante el clamor de la pobreza, de la apremiante necesidad, "no cerrarse en llanto", sino exigir que el cimiento de nuestras leyes sean la verdad, el amor, la justicia y la libertad.
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