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En Japón, como a orillas del Rin. La rendición de la Iglesia

Hasta el momento son seis las conferencias episcopales que, violando la consigna de reserva, han hecho públicas las respuestas a las 39 preguntas del cuestionario preparatorio para el próximo sínodo de los obispos, convocado sobre el tema de la familia.

La alemana:


> Pastoral challenges to the family…


La austriaca:


> Fragebogen zur Bischofssynode...


La suiza:


> Risultati della consultazione...


La belga:


> Rapport de synthèse...


La francesa:


> Les défis pastoraux de la famille...


La japonesa:


> Response to the Secretariat...


Como se puede observar, cinco de las seis conferencias episcopales pertenecen a esa área geográfica centroeuropea que fue el ala que puso en marcha las innovaciones del Concilio Vaticano II pero, sucesivamente, ha sido también la más marcada por el fenómeno de la secularización.


Hoy, precisamente desde esta área vienen las presiones más fuertes para un cambio de la doctrina y de la praxis pastoral en materia de matrimonio, sobre todo con la petición de dar la comunión a los divorciados vueltos a casar.


Se sabe que al Papa Francisco no le gusta la insistencia sobre esta única cuestión de la comunión a los divorciados vueltos a casar. Lo ha dicho respondiendo a los periodistas durante el viaje de vuelta a Roma desde Tierra Santa. Para él, la cuestión es "mucho, mucho más amplia" y hay que afrontarla en su totalidad. Atañe a la familia en cuanto tal, que está en crisis en todas partes tal como él ha dicho: “Está en crisis mundial”.


Las respuestas de los obispos japoneses al cuestionario presinodal confirman clamorosamente esta convicción del Papa.


Pero hay más. Confirman que el declive de la visión cristiana de la familia no es sólo resultado del “pensamiento único”, sino también de la rendición de la Iglesia a dicho pensamiento.


Los obispos japoneses lo reconocen con candor:


"La Iglesia en Japón no está obsesionada con las cuestiones sexuales".


En esta y en otras afirmaciones se admite la difundida renuncia, desde hace decenios, a proponer la novedad cristiana sobre terrenos cruciales como son el de la vida y el de la familia.


En Japón, los católicos autóctonos son apenas unos 440.000, el 0,35 por ciento de una población que no ha sido nunca cristianizada en su conjunto. Pero por la descripción que hacen los obispos de ella, se obtiene un perfil de Iglesia que no es el de “minoría creativa” en tierra de misión. Es más bien una Iglesia dedicada a la gestión y muy cercana al perfil medio de ese catolicismo residual, fuertemente secularizado, típico de Centroeuropa.


Deste este punto de vista, los hechos parecen contradecir también la tesis defendida por Jorge Mario Bergoglio de una Iglesia demasiado comprometida, incluso “obsesionada” durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, con las cuestiones del aborto, del matrimonio homosexual y de los anticonceptivos.


Efectivamente, según las respuestas publicadas al cuestionario presinodal, no parece que de ningún modo en Centroeuropa o en Japón la "Evangelium vitae" o los "principios no negociables" sean el pilar de la pastoral de la Iglesia de los últimos decenios, a nivel de los obispos, sacerdotes y fieles, ni que en su lugar la Iglesia haya llevado a cabo un impulso misionero centrado “en lo esencial” de la propuesta evangélica.


No ha sucedido ni lo uno ni lo otro como prueba, a continuación, la antología extraída de las respuestas de los obispos de Japón al cuestionario presinodal.


El documento de los obispos japoneses – firmado por Peter Takeo Okada, arzobispo de Tokio y presidente de la conferencia episcopal – es muy interesante también porque es fruto de una consulta restringida sólo a los obispos y a los superiores mayores de las órdenes religiosas masculinas y femeninas.


Es una especie de confesión explícita de rendición por parte de quienes tienen la suerte de guiar esa pequeña Iglesia entre los modernos “paganos”.

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Pasajes elegidos de:


RESPUESTAS AL CUESTIONARIO SOBRE LA FAMILIA


Conferencia de los obispos católicos de Japón


A menudo las personas viven juntas sin casarse… El aborto y los anticonceptivos son una práctica común y muchos fetos son eliminados antes de nacer… Estos fenómenos y estas tendencias en los matrimonios valen también para los católicos…


En su mayor parte las personas no conocen las enseñanzas [de la Biblia] y los documentos [de la Iglesia sobre la familia]. En la mejor de las hipótesis tienen un conocimiento fragmentado de los mismos, que deriva de los comentarios hechos por los sacerdotes, los cuales pueden no estar bien informados…


En general, las personas conocen sólo las prohibiciones concernientes al aborto, al control artificial de los nacimientos, al divorcio y a un nuevo matrimonio. Suelen estar influenciadas por los usos y las costumbres de la sociedad más que por estas enseñanzas, sobre todo en lo que concierne al control de los nacimientos… También entre los católicos muchos critican la posición de la Iglesia en materia de métodos anticonceptivos como el preservativo…


En lo que respecta a la educación a la fe, debemos reconocer que a nivel nacional, diocesano y parroquial, no existen programas pastorales [para la familia]. Obviamente, por parte de las diócesis, parroquias, sacerdotes y parroquianos hay actividades dedicadas a esto, pero son fruto de esfuerzos individuales...


Muchos católicos tampoco se distinguen de la opinión común en cuestiones como el divorcio y un nuevo matrimonio consentido por la ley civil, el diagnóstico prenatal, el aborto, etc. y también ellos critican a la Iglesia por su enseñanza sobre la concepción y el nacimiento de los hijos… Muchos consideran que las enseñanzas sobre el divorcio y la separación violan la sabiduría tradicional...


En Japón, el matrimonio entre personas no bautizadas y no creyentes que recurren a los ritos de la Iglesia forma parte normal de la actividad de la Iglesia desde hace muchos años, con la aprobación de la Santa Sede. La praxis habitual es solicitar, antes del matrimonio, algo de formación basada sobre la visión del matrimonio por parte de la Iglesia. Además, no debe haber impedimentos canónicos al matrimonio (como el divorcio), si bien algunos pastores individualmente tienden en general a ser indulgentes...


La preparación al matrimonio cambia generalmente de contexto a contexto: en algunos lugares existen programas regulares, pero en muchas situaciones depende del interés y de la habilidad del pastor. En Japón se introdujeron el encuentro matrimonial y el encuentro para prometidos y durante un cierto tiempo suscitaron mucho interés, pero ahora prácticamente han desaparecido...


En una respuesta al cuestionario se lee: “Casi todas las parejas que he unido en matrimonio en los últimos años han empezado a vivir juntos varios meses antes del mismo. Nadie pensaba que esto estuviera en contraste con las enseñanzas de la Iglesia"...


En la elaboración de una orientación pastoral tal vez sea importante recordar que la única vez en los Evangelios que Jesús encuentra claramente una persona en situación de convivencia fuera del matrimonio (la samaritana en el pozo) no centra la atención sobre este aspecto. En cambio, trata con mucho respeto a la mujer y la convierte en misionera...


La mayor parte de las personas divorciadas y vueltas a casar es aparentemente indiferente… Ellas deciden recibir o no los sacramentos y se comportan en base a la propia decisión… Hay personas que no saben que no pueden recibir la comunión si se han vuelto a casar después del divorcio. También entre las personas que lo saben, algunas reciben la comunión y hay sacerdotes que no dicen nada aunque conocen su situación …


No existe un ministerio específico [para los divorciados vueltos a casar]. El clero responde de la manera más pastoral posible, pero parece que el pueblo de Dios haya sobrepasado la necesidad de dicho ministerio. Las personas toman sus propias decisiones y se comportan en base a las mismas...


En Japón no existe un reconocimiento legislativo de las uniones de personas del mismo sexo… El estado no impulsa estos matrimonios y la Iglesia no ha elaborado una posición concreta sobre la posibilidad de un eventual cambio...


Hoy, los católicos o son indiferentes hacia la enseñanza de la Iglesia [sobre la regulación de los nacimientos] o no la conocen. Muchos católicos en Japón no han oído hablar nunca de la "Humanae vitae"… Aunque puede haber alguna mención a la enseñanza de la Iglesia sobre el control artificial de los nacimientos en los cursos prematrimoniales, la mayor parte de los sacerdotes no lo subraya de manera especial… En general no se conoce y no se enseña la doctrina moral de la "Humanae vitae” y cuando se conoce, no se sigue...


La Iglesia en Japón no está obsesionada por las cuestiones sexuales… Aparte del aborto, parece que no hay muchos sentimientos de culpa respecto a la anticoncepción…


Aunque es importante seguir subrayando la importancia de la familia y de la vida, la Iglesia, más que limitarse a juzgar y criticar, debe presentar también un rostro que sana, sostiene y anima a quienes no pueden alcanzar el ideal…


Traducción en español de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares, España.



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