Fe y alegría

Antonio Bach Mach, SJ
Que descanse en paz
 
17 de Enero del 2015
Queridos hermanos:
 
Oremos en acción de gracias por la vida de nuestro hermano Antonio Bachs Mach SJ., que ha
fallecido el 17 de enero de 2015, en la Clínica Tezza en Lima, Perú, a los 80 años de edad, 62
años  de Compañía y 48 de sacerdocio.
 
Que descanse en paz.
 
Antonio nació en Madrid el 13 de noviembre de 1936. Era de familia catalana y su lengua materna
era compartida: catalán y español. En 1952 ingresó en el noviciado de la Provincia de Toledo en
Aranjuez y finalizó esta etapa de formación en Miraflores.
 
Su juniorado tuvo lugar en Miraflores y la filosofía, de 1961 a 1963, en Alcalá. Hizo dos años de
magisterio, uno en el colegio San José de Arequipa y otro en el San Ignacio de Piura. Estudió
teología en San Cugat del Vallés (Barcelona), se ordenó de sacerdote en Madrid en 1966 e hizo
su tercera probación en san Jerónimo (Murcia) en 1968.
 
Ese año regresó al Perú, y, desde entonces, ha estado destinado en Fe y Alegría. Éste ha sido el
único destino apostólico de su vida como jesuita. Fue Director Nacional hasta 1988 y, desde ese
año, Secretario General. También fue Coordinador Internacional de Fe y Alegría de 1990 hasta
1995.
 
 
 
Fe y Alegría ha sido la pasión de su vida. A esta institución  se ha dedicado en cuerpo y alma
durante 46 años y hasta el día de su muerte. En todos esos años ha sido un actor importante en el
proceso por el cual Fe y Alegría se ha convertido en el gran referente de la educación popular en
el Perú.  Destaca en su labor la dedicación en las construcciones de los colegios, los viajes
continuos por todo el país, su dedicación a las órdenes de religiosas que dinamizan la estructura
de Fe y Alegría, su amor por los niños. Durante muchos años ha mantenido la misa dominical en
uno de los colegios de Fe y Alegría en Collique.
 
También desempeñó responsabilidades a nivel de la Provincia Jesuita. Fue Consultor de Provincia
desde 1987 hasta 1991 y Superior de la Residencia Mayor “Centro José de Acosta” desde 1987 al
1994.
 
Todos le recordamos como un gran compañero, dotado de un excelente y fino humor que hacía la
convivencia con él muy placentera, como un hombre entregado sin reservas.
 
En 1995, durante una cirugía cardiaca, sufrió una embolia. Desde entonces su salud estuvo
afectada pero eso nunca le restó ímpetu. Su fuerza de voluntad y su amor por la misión le
permitieron recuperarse para seguir colaborando en su querida institución.
 
En todos estos años regularmente se repitieron las dolencias cardiacas. Hace tres días tuvo
fuertes dolores durante su trabajo en la mañana.  Fue llevado a la Clínica e internado en cuidados
intensivos por una angina inestable de la que no pudo recuperarse.
 
Demos gracias a Dios por su vida ejemplar, de entrega apasionada al Señor, anunciando siempre
su Palabra, y la confianza en el cariño maternal de María.

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