El papa Francisco recibe al presidente de Argentina, Mauricio Macri

El papa Francisco se reunió este sábado por la mañana con Mauricio Macri, el actual presidente de Argentina. El mandatario asumió el cargo el pasado 10 de diciembre pero ambos se conocen desde hace tiempo, ya que Macri fue gobernador de Buenos Aires cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo metropolitano.

El jefe de Estado argentino llegó al Vaticano a las 9:30 horas acompañado por su mujer y primera dama, Juliana Awada. La audiencia privada duró 22 minutos. El Pontífice le regaló un medallón con un olivo, un ejemplar de la encíclica Laudato Si’ y otro de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium. A su vez, el presidente le entregó un poncho, una Cruz de Matará y una colección de 12 discos con música argentina.

Según informa el diario argentino LA NACION, se procuró poner en marcha con el Santo Padre una relación de "respeto, sobria e institucional". Se buscó despolitizarla y marcar, así, una diferencia con su antecesora la ex presidenta Cristina Kirchner. El Presidente buscó transmitirle a Francisco sus objetivos: pobreza cero, vencer al narcotráfico y lograr la unión de los argentinos.

Tras la reunión en la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Santo Padre se tomó una foto con toda la comitiva. Además, la delegación argentina se reunió con el cardenal secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin.

A pesar de que este es el primer encuentro desde el cambio de Gobierno en Argentina, no es la primera vez que Mauricio Macri y el Papa se ven en el Vaticano. La última vez fue en septiembre de 2013 y su último contacto telefónico fue el 17 de diciembre pasado, cuando el mandatario llamó a Francisco para felicitarle por su cumpleaños.

Una historia con desencuentros
La relación entre el Papa y Macri, según explica La Nación, ha estado marcada históricamente por diversos problemas. Así, a fines de 2009, el líder politico decidió no apelar un fallo judicial que habilitó el casamiento de la primera pareja homosexual de Argentina.

La tensión entre ambos volvió a sentirse en septiembre de 2012, cuando el gobierno porteño decidió reglamentar el protocolo habilitante para los abortos no punibles en el ámbito de Buenos Aires. Otro tema sensible para el entonces cardenal Bergoglio.

Con información de Zenit y La Nación
 

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