San Remaclio, abad y obispo.
Nació a principios del siglo VII. Y era hijo de un caballero llamado Albucie y de Matrina, hija del duque de Saboya. Estudió bajo los auspicios de San Sulpicio de Bourges (17 de enero) junto a San Eloy de Noyon (1 de diciembre). La leyenda le pone como monje de Luxeuil, y en 632 como abad de Solignac. A los ocho años de abad, renunció al cargo y junto al monje San Hadelin (3 de febrero) se retiró a Cougnon, en Les Ardennes, a fin de vivir como ermitaños.
De su retiro le sacó Clodoveo para ser su consejero. Sobre 650 fundó las abadías mixtas (monjes y monjas) de Stavelot y Malmedy, combinando las reglas de San Columbano y San Benito, de donde fue nombrado abad. De allí le sacó el rey San Sigeberto III (1 de febrero) para nombrarle obispo y suceder a San Amando (6 de febrero y 15 de mayo, todos los Santos Obispos de Maastricht), en la sede Maastricht, luego que este falleciera. Las fechas bailan bastante, pues otros le hacen obispo antes de San Amando, entre 660 y 670, compaginando la dignidad abacial con el episcopado. En esta época habría sido preceptor de los que serían sucesores en la sede: San Theodard (10 de septiembre y 15 de mayo, todos los Santos Obispos de Maastricht) y San Lamberto (17 de septiembre; 24, traslación a Lieja, y 31 de mayo, otra traslación; y 15 de mayo, todos los Santos Obispos de Maastricht). Aconsejó y ayudó a San Trudo (23 de noviembre) en la fundación de su monasterio, la famosa abadía de St-Truiden.
Varias leyendas se cuentan de él, como que aún en vida se apareció a su discípulo Hadelin, para señalarle el sitio en el cual debía edificar una iglesia en su memoria luego de su muerte. Otra leyenda, que ha configurado su iconografía, y que se lee de otros santos fundadores, narra que un lobo se comió a su burro y entonces el santo tomó a la bestia como animal de carga para las labores del monasterio.
Falleció sobre 675 y fue sepultado en Malmedy. En 685 sus huesos fueron trasladados a Stavelot y en 1042, se trasladaron a la nueva iglesia abacial. En 1750 pasaron a la iglesia parroquial de San Sebastián, donde aún se veneran, más una parte que fue a parar a Morton Grove, Illinois, Estados Unidos cuando un magnate en el siglo XVIII compró varias reliquias y obras de arte expoliadas por la Revolución Francesa. Es abogado contra la infertilidad femenina, la sordera, y los males de huesos.
A 3 de septiembre además se celebra a Santa Febes de Corinto, diaconisa.
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