Dos obispos chinos retenidos por la Policía para que no presidan su primera Pascua como prelados
La Policía china detuvo al obispo de Wenzhóu (Zhejiang), Pedro Shao Zhumin, el pasado Jueves Santo, cuando se preparaba para las celebraciones del Triduo Pascual. El obispo Shao preside a los católicos clandestinos de la diócesis, y es el reconocido por Roma tras la muerte de su predecesor, Vicente Zhu Weifang, el 7 de diciembre pasado.
Fuentes de la diócesis han informado a la agencia misionera AsiaNews de que “las fuerzas de seguridad quieren impedir a monseñor Shao ponerse en contacto con la Iglesia oficial [la controlada por las autoridades chinas] de Wenzhou y ejercer su autoridad episcopal sobre ellos, también en la bendición de los aceites y en todas las liturgias de Semana Santa y de Pascua".
Se trataría de impedir que en su primer año como obispo establezca el hábito de pastorear a los fieles y sacerdotes en estas fiestas significativas.
Pedro Shao Zhumin, de 54 años, fue consagrado obispo en 2007 en circunstancias peculiares. En Wenzhou viven unos 120.000 católicos en la Iglesia oficial, además de unos 80.000 en la clandestina. Cada rama cuenta con unos 25 sacerdotes. En los últimos años, la Santa Sede intentó un acuerdo para unir ambas ramas: reconocía al obispo Zhu como obispo ordinario pero señalaba al obispo Shao como sucesor. Los fieles señalan a la agencia AsiaNews que “el gobierno local hace de todo para mantenernos divididos”.
Shao ya ha sido detenido en numerosas ocasiones, incluso fue retenido en diciembre para impedirle acudir a los funerales de su predecesor. Ahora, una vez más, las autoridades no han explicado adónde han llevado al obispo detenido ni bajo qué criterio, pero permiten a los fieles entregar a la Policía ropa para el prelado, lo que es señal habitual de que se le mantendrá retenido mucho tiempo.
Otro obispo sin Semana Santa: Guo Xijin
Pedro Shao Zhumin es el segundo obispo detenido estos días para impedirle participar en las celebraciones de Semana Santa. El otro es Vicente Guo Xijin, obispo clandestino de Mindong. Las autoridares le pidieron acudir a la Oficina de Asuntos Religiosos (del Gobierno) en Fu'an y allí fue detenido.
Vicente Guo Xijin es obispo de Mindong, reconocido por el clero local y la Santa Sede tras la muerte de su predecesor, Huang Shoucheng, ocurrida el 30 de julio pasado. De nuevo, las autoridades civiles quieren impedir que se consolide en el cargo al presidir por primera vez las ceremonias de Semana Santa y Pascua.
Cuando los fieles de Mindong preguntaron a las autoridades, el responsable de la seguridad pública de Ningde declaró que su obispo “necesita estudiar y aprender” y por eso permanecerá retirado unos 20 días.
No se permite contactar con él ni se sabe donde está retenido: es un secuestro en toda regla.
Una diócesis firme... ahora bajo presiones
En Mindong hay unos 90.000 católicos, casi todos (unos 80.000) en la Iglesia clandestina. AsiaNews explica que aunque es clandestina es una Iglesia fuerte y viva: más de 45 sacerdotes, 200 religiosas, 300 laicas consagradas y cientos de catequistas. Todos aceptan al obispo Vicente, ahora retenido, como su pastor. También su predecesor lo señaló como sucesor.
Ante esta iglesia firme y estable, las autoridades civiles tendían a no interferir pero hace un par de años empezaron las hostilidades y la Policía hizo demoler una parroquia que estaba en obras.
Vicente Guo Xijin, de 59 años de edad, fue ordenado obispo coadjutor de Mindong el 28 de diciembre de 2008. Ordenado sacerdote en 1984, trabajó como docente en seminarios y como administrador económico de la diócesis. Ha sido un gran promotor de vocaciones religiosas femeninas y de vocaciones masculinas al sacerdocio. También ha impulsado a los seminaristas a estudiar en universidades estatales. Como sacerdote clandestino ya fue arrestado en 1990-92; en 1993-94 y en 1996. Además, a finales de los 90 fue brevemente administrador apostólico de la diócesis de Wenzhou.
Las detenciones de los obispos Pedro Shao Zhumin y Vicente Guo Xijin son entendidas por los católicos como presiones a obispos que llevan menos de un año al frente de su diócesis para obligarles a declararse miembros de la Asociación Patriótica y dejarse controlar de cerca por las autoridades civiles. </span>
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