Muere con 83 años el cardenal Tettamanzi, pastoreó la gran diócesis de Milán durante casi una década
Ha muerto en la madrugada del sábado 5 de agosto el cardenal Dionigi Tettamanzi, a la edad de 83 años después de una larga enfermedad. Fue obispo de Ancona durante 6 años, de Génova durante 7 y de Milán (la mayor diócesis de Europa, con unos 5 millones de católicos) durante 9 años.
También fue un colaborador asiduo del Papa Juan Pablo II en la redacción de varios de sus textos y a la muerte del Papa polaco en 2005 muchos consideraban a Tettamazi un fuerte candidato a sucederle.
Recuerdo de Francisco
“Pienso con afecto y recuerdo con gratitud la intensa obra cultural y pastoral desarrollada por este benemérito hermano que en su fecunda existencia testimonió con alegría el Evangelio y sirvió dócilmente a la Iglesia”, fueron las palabras que el Papa Francisco envió en un telegrama al Administrador Apostólico de Milán, Cardenal Angelo Scola.
El Papa Francisco destaca además que Tettamanzi “siempre se distinguió como pastor solicito totalmente dedicado a las necesidades y al bien de los sacerdotes y de todos los fieles, con una peculiar atención a los temas de la familia, del matrimonio y de la bioética, del cual era particularmente experto”.
El Papa eleva sus oraciones para que, “por intercesión de la Bienaventurada Virgen María”, el Señor “acoja a este fiel servidor suyo, que lo ha tanto amado, en el gozo y en la paz eterna, y de corazón”. En su texto imparte además su bendición apostólica “a todos aquellos que lloran su pérdida, con un pensamiento especial para cuantos lo han amorosamente asistido en estos últimos días de su enfermedad”.
Seminarista a los 11 años
Tettamanzi nació en la ciudad italiana de Renate en 1934 e ingresó como seminarista con 11 años en Venegono Inferiore. Fue ordenado en 1957 y creado cardenal el 21 de febrero de 1998 por Juan Pablo II.
Es autor de numerosas publicaciones de investigación y de magisterio, con particular atención en cuestiones de moral fundamental y especial, sobretodo en relación al ámbito del matrimonio, la familia, la sexualidad y la bioética. No faltan escritos sacramentales, de eclesiología, de pastoral, hagiografías y espiritualidad. Incluso con años de intensa actividad académica, fue capaz de participar en reuniones, congresos, cursos de actualización y debates televisados. Escribía con cierta frecuencia también para L’Osservatore Romano y Avvenire.
Muerto Tettamanzi, el Colegio de Cardenales queda compuesto por 121 cardenales electores y 102 no electores.
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