Los mensajes más bellos del Papa Francisco
1 Aquellas preguntas previas al viaje, en el Ángelus del 21 de julio: "Los protagonistas en esta semana serán los jóvenes. Todos aquellos que vengan a Rio quieren escuchar la voz de Jesús: "Señor, ¿qué debo hacer con mi vida? ¿Cuál es el camino para mi?".
2. Aquellas palabras a bordo del vuelo hacia Brasil: "Un pueblo tiene futuro si va adelante con los jóvenes, con la fuerza, y con los ancianos, que aportan la sabiduría de la vida".
3. Aquellas tres sencillas actitudes de un cristiano, que ofreció el Papa en el santuario de Nuestra Señora de la Aparecida: "Mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir en la alegría".
4. Aquella exhortación durante la visita al hospital de Rio, el 24 de julio: "Es necesario aprender a abrazar a quien sufre. Abrazar, abrazar. Todos hemos de aprender a abrazar".
5. Aquel grito de esperanza en la favela de Varginha: "No dejemos entrar en nuestro corazón la "cultura del descarte" porque somos hermanos. No hay que descartar a nadie".
6. Aquella recomendación ofrecida durante la Vigilia de oración con los jóvenes. El Papa pidió primero silencio y luego tres gritos: "¡Oración, sacramentos y ayuda a los demás".
7. Aquella "Fórmula Francisco" para la política, ofrecida en su encuentro con la clase dirigente: "Participación sin elitismo y erradicación de la pobreza".
8. Aquellas palabras enardecidas sobre Jesús, a los jóvenes: "¡Nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo! Nos ofrece una vida fecunda y feliz, y también un futuro con Él que no tendrá fin".
9. Aquellas recomendaciones a los obispos del CELAM: "Los obispos han de ser pastores, estar cerca de la gente, deben actuar con mucha mansedumbre, han de ser pacientes y misericordiosos".
10. Y aquel llamamiento final del Papa en la playa de Copacabana, invitando a los jóvenes a convertirse en misioneros: "La fe es una llama que se hace más viva cuando más se comparte; predicar sí, pero siempre con humildad".
Camino del aeropuerto de Rio para regresar a Roma, aún tuvo el Papa una petición a los voluntarios de la JMJ: "Id contracorriente. Demostrad con la vida que vale la pena apostar por Cristo y el Evangelio". Ciertamente, el Papa Francisco se ha convertido en un "ciclón de fe".
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