Mons. Gänswein: «Soy el puente entre los dos Papas, su diversidad es una riqueza para la Iglesia»
Dos personalidades diferentes la de Benedicto y la de Francisco pero, dice Gänswein, “la diversidad es también una riqueza. Pero a menudo, hasta ahora, la diversidad entre los dos Pontífices ha sido utilizada para crear una antítesis. Psicológicamente tal vez esto puede ser un primer acercamiento, pero no funciona. Y personalmente pienso que, si no hubiese estado la renuncia del Papa Benedicto, el impacto emotivo del Papa Francisco no habría sido posible de esta manera. Entre los dos hay una continuidad no sólo teológica, sino también un entendimiento humano. Se ve que viven su fe de modo auténtico, pero con expresiones diversas”.
- ¿Hay todavía mucho afecto en torno al Papa Benedicto?
- “Sí, mucho. Esto resulta también de las muchas, muchísimas cartas que llegan para Benedicto XVI, permanezco casi todas las noches hasta tarde clasificando y preparando el correo. Él tiene un gran interés por el correo personal y lo lee con atención y responde a menudo personalmente. El correo llega de todo el mundo. De Alemania, ciertamente, pero hay también muchos italianos, muchos de lengua francesa, española e inglesa que escriben a Benedicto. Muchas son cartas de agradecimiento, a menudo acompañadas con fotos, cuadros y otros pequeños regalos. Al comienzo algunos escribían realmente traumatizados por la noticia de la renuncia. Ahora llegan muchos agradecimientos o incluso cuentan cómo han vivido este `trauma´ y cómo lo han superado, y agradecen al Papa emérito, le demuestran su afecto. Con mucha serenidad aseguran oraciones por los dos Pontífices”.
- ¿Prevé un nuevo ejercicio del ministerio petrino? - “Entre el Papa Francisco y su Predecesor hay una simpatía espontánea, varias veces compartida visiblemente. Cuando he recibido al Papa Francisco a la vuelta del viaje a Brasil, me ha dicho: `He hablado mucho con los periodistas, también del Papa Benedicto, tal vez demasiado, ¡he hablado del abuelo sabio que tenemos en casa!´. La abuela del Papa Bergoglio era una persona clave para su vida y era como una brújula, y para él hablar así es un gran signo de estima y de afecto. No creo que el ejercicio del ministerio petrino haya cambiado porque en el Vaticano viva el Papa emérito, pero es evidente que con la renuncia de Benedicto se ha creado una cierta novedad sobre el ministerio petrino. Si ya no es posible para un Papa llevar a cabo su servicio, su misión, está la posibilidad, que por otro lado existe desde siempre, de renunciar. Se trata de una experiencia nueva para todos. Es un desafío tanto espiritual como teológico e histórico”.
- ¿Veremos a los dos Papas juntos en la canonización de Juan Pablo II?
- “No soy un profeta. No lo sé. Veremos”.
- ¿Cómo era la relación entre Juan Pablo II y Joseph Ratzinger, su amigo de confianza?
- “El pontificado de Juan Pablo II ha tenido en el cardenal Ratzinger su pilar teológico. En las cuestiones doctrinales Juan Pablo II ha confiado plenamente en Ratzinger. Hay muchísimas ejemplos concretos. Así ha crecido una confianza mutua y persiste una estima absoluta del Papa Benedicto. Al hablar de Juan Pablo II, lo definía sencillamente `el Papa´. Él ha tenido un largo pontificado de casi veinte años con plena fuerza y luego un período de sufrimiento, casi tan largo como el entero pontificado de Benedicto. Y Ratzinger no quería copiar. Personalidades diversas, sin embargo, con una sintonía interna increíble. Juan Pablo II es, probablemente, la persona que el Papa Benedicto más estima en el mundo”.
(Traducción: La Buhardilla de Jerónimo)
Enviar comentario