El Papa retoma las misas diarias en la residencia Santa Marta predicando sobre la humildad
Esta ha sido la idea principal de la homilía del santo padre Francisco en la eucaristía celebrada en Santa Marta.
Tras los meses de julio y agosto, en los que el Papa se fue de vacaciones y estuvo en el Vaticano, no celebró la misa de la mañana públicamente. Ahora retomaron las celebraciones eucarísticas en la casa Santa Marta.
Al comentar las lecturas del día, el Papa ha explicado qué es la Palabra de Dios y cómo acogerla.
San Pablo le recuerda a los Corintios haber anunciado el Evangelio no basándose en discursos persuasivos de sabiduría.
Y Francisco lo ha explicado así: "Pablo dice: ´pero, yo no he ido donde vosotros para convenceros con argumentos, con palabras, tampoco con bellas figuras... No. Yo he ido de otra manera, con otro estilo. He ido sobre la manifestación del Espíritu y de su poder. Para que vuestra fe no se fundara sobre la sabiduría humana, sino sobre el poder de Dios´. Así, la Palabra de Dios es algo diferente, algo que no es igual a una palabra humana, a una palabra sabia, a una palabra científica, a una palabra filosófica... no: es otra cosa. Viene de otra manera".
De este forma, el Papa ha explicado que esto es lo que sucede con Jesús, cuando comenta las Escrituras en la Sinagoga de Nazaret, donde había crecido. Sus paisanos, inicialmente, lo admiraban por sus palabras pero después se enfadan y tratan de ejecutarle.
Francisco ha indicado que "han pasado de una parte a la otra precisamente porque la Palabra de Dios es algo distinto respecto a la palabra humana". De hecho, Dios nos habla del Hijo, "es decir, la Palabra de Dios es Jesús, Jesús mismo" y Jesús "es motivo de escándalo. La Cruz de Cristo escandaliza. Y esa es la fuerza de la Palabra de Dios: Jesucristo, el Señor. Y ¿cómo debemos recibir la Palabra de Dios? Como se recibe a Jesucristo. La Iglesia nos dice que Jesús está presente en la Escritura, en su Palabra".
Por esto - ha añadido el Santo Padre- es tan importante leer durante el día un fragmento del Evangelio. "¿Por qué, para aprender? ¡No! Para encontrar a Jesús, porque Jesús está precisamente en Su Palabra, en Su Evangelio. Cada vez que leo el Evangelio, encuentro a Jesús. Pero, ¿cómo recibo esta Palabra? Eh, se debe recibir como se recibe a Jesús, es decir, con el corazón abierto, con el corazón humilde, con es espíritu de las bienaventuranzas. Porque Jesús vino así, con humildad. Vino en pobreza. Vino con la unción del Espíritu Santo", ha recordado el Pontífice en su homilía.
Por otro lado, Francisco ha subrayado que "Él es fuerza, es Palabra de Dios, porque está ungido por el Espíritu Santo".
Y ha proseguido: "también nosotros, si queremos escuchar y recibir la Palabra de Dios, debemos rezar al Espíritu Santo y pedir esta unción del corazón, que es la unción de las bienaventuranzas. Un corazón como el corazón de las bienaventuranzas".
Finalmente, el Papa ha indicado que nos hará bien hoy, durante la jornada, preguntarnos "´¿cómo recibo la Palabra de Dios? ¿Cómo una cosa interesante? ´¡Ah, el sacerdote hoy ha predicado esto... que interesante! ¡Qué sabio este sacerdote!´ ¿o la recibo así, simplemente porque es Jesús vivo, su Palabra? ¿Y soy capaz -¡atentos a la pregunta!- soy capaz de comprar un pequeño Evangelio -cuesta poco ¿eh?- comprar un pequeño Evangelio y llevarlo en el bolsillo, llevarlo en el bolso y cuando pueda, durante el día, leer un fragmento, para encontrar a Jesús allí?" Estas dos preguntas - ha concluido el Santo Padre- nos harán bien. El Señor nos ayude".
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