Sin amor por la verdad no funcionará la sociedad, explica Cañizares ante los empresarios católicos
Según el purpurado, “no hay desarrollo sin tener presente al hombre en su totalidad y a la totalidad de los hombres, creados a imagen y semejanza de su Creador y amados hasta el extremo, y no hay futuro para el hombre en el olvido de Dios y menos contra Dios”
Por eso, “los cristianos no podemos ser acomplejados, hemos de aportar lo que es propio, no lo busquemos en otras fuentes, porque está será la aportación más sencilla, más profunda y más humana que podemos ofrecer al futuro de los hombres”.
Al clausurar ayer tarde el “V Encuentro de Empresarias y Empresarios Católicos de la Diócesis de Valencia”, que se desarrolló en la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir", el purpurado destacó que “la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad es la caridad en la verdad”, recordando palabras del papa emérito Benedicto XVI en su carta encíclica “Caritas in Veritate”.
En este sentido, el Cardenal resaltó cómo “en medio de la compleja encrucijada en la que se encuentra la humanidad entera, tan ampliamente globalizada y sujeta a tan profundos cambios sociales, culturales y humanos, y en plena crisis económica mundial, con tantas repercusiones,", Benedicto XVI "con la libertad y honestidad que le caracteriza" escribió esta encíclica y señaló en ella "lo que es esencial, lo que es el norte del camino de la humanidad: la verdad y la caridad, ambas inseparables”.
Según el purpurado, “el desarrollo, el bienestar social, así como una solución adecuada a los graves problemas socioeconómicos que afligen a la sociedad, necesitan de esta verdad y necesita aún más que se estime y de testimonio de esta verdad”. Por el contrario, “sin esta verdad, sin confianza y amor por lo verdadero no hay conciencia ni responsabilidad social y la actuación social se deja a merced de intereses privados y de lógicas de poderes, con efectos disgregadores sobre la sociedad”, según el Cardenal que añadió que “sin caridad no hay justicia, y sin justicia y sin caridad este mundo no va”.
En su intervención, el titular de la archidiócesis de Valencia y gran canciller de la UCV, animó a tener presente “que no hay economía ni desarrollo sin persona y que no hay economía sin resolver la cuestión del hombre, no hay economía sin la verdad del hombre que reclama la justicia y el bien común”.
En el encuentro, celebrado en el salón de actos de la Sede San Juan y San Vicente de la UCV, el economista y gestor de fondos de inversión Daniel Lacalle pronunció la ponencia “Situación actual de la Economía en España”.
En el acto también participaron el presidente de la Asociación de Empresarios Católicos, José Manuel Torralba; la presidenta de la Asociación de Empresarias Católicas, Mar Sánchez Marchori y el presidente del capítulo en Valencia de la Fundación Centessimus Annus Pro Pontifice, José Cosme, han añadido.
En su ponencia, el economista Lacalle aseguró que “ya hemos salido de una recesión muy profunda”, aunque matizó que “todavía falta salir de la crisis”.
La salida de la crisis es “más complicado”, dado que se entró en ella de forma “muy dura, tras un proceso de aumento agresivo del endeudamiento, tanto público como privado”, por este motivo “el ajuste es todavía lento y le queda un tiempo”.
De igual forma, Lacalle se mostró optimista en cuanto a que “logramos crecer de forma muy importante, mucho más que los países de nuestro entorno, y lo hacemos de forma sostenida y creando más empleo de lo que inicialmente se podría asumir con esos niveles de crecimiento”.
A continuación, manifestó que para salir definitivamente de la crisis hace falta crear empleo, “y ahí es donde los empresarios tienen una labor abolutamente esencial”.
Precisamente, el economista y escritor se dirigió a los empresarios reunidos en el encuentro para manifestarles que ellos “son la recuperación, los que tienen que ver las oportunidades, y estas no se las van a poner enfrente ni el gobierno ni las subvenciones ni un comité”. Así, expresó que “lo van a tener que hacer ellos, como lo han hecho saliendo a exportar o mejorando su cartera de clientes”.
“La segunda pata de la recuperación vendrá de los que innoven y busquen valor añadido, más que de los sectores tradicionales de baja productividad”, ha añadido Lacalle.
En su intervención, también se refirió a la necesidad de reforzar la reforma laboral en dos sentidos: “Reducir los impuestos de forma significativa a los autónomos, pequeñas y medianas empresas, que son quienes van a crear empleo en los próximos años, y reducir el nivel de burocracia que aún hay para poder crear una empresa”.
Las asociaciones de Empresarias y Empresarios Católicos fueron promovidas en 2010, junto al capítulo en Valencia de la Fundación Centessimus Annus Pro Pontifice, por el sacerdote José Luis Sánchez, que también es capellán mayor de la UCV, a petición del entonces arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, con el fin de crear y fortalecer una red personalizada de ayuda a favor de los que menos tienen, con propuestas y acciones frente a la crisis económica basadas en la Doctrina Social de la Iglesia y la valoración del empresario como promotor de empleo.
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