¿Es usted un chorizo?
Nos pasa a todos: vemos las noticias o leemos los periódicos y comienza la retahíla de insultos y lindezas de todo tipo contra los que nos han gobernado en los últimos años: “ladrones”, “chorizos”, “corruptos” y similares. Parece que los políticos pertenecen a una especie especialmente predispuesta al mangoneo. Pero, ¿es así, o nosotros en su lugar haríamos exactamente lo mismo? Es decir, ¿no robamos porque no podemos, o porque no queremos?
Responda a este sencillo cuestionario, amigo lector, para descubrir si es usted un chorizo en potencia o un respetable ciudadano de bien.
1. Volvamos al ejemplo anterior, en el que Ud. se encuentra cómodamente en su casa viendo las noticias que desgranan caso tras caso de corrupción. Usted:
a. Se llena de rabia pensando en cómo otros se lo están llevando calentito y sueña con el día en que Ud. tenga algún poder para hacer lo mismo
b. Se indigna, pero, examinándose con toda sinceridad, hace el propósito firme de tratar de no caer en lo mismo si algún día tiene la ocasión
2. Va Ud. a un restaurante y, al pedir la factura, se percata de que el camarero no le ha cobrado la botella de vino. Su reacción es:
a. “Qué bien, me acabo de ahorrar 13 euros. Anda que no hay veces que te meten en la factura cosas que no has pedido”
b. Llama al camarero, le advierte del error y paga la botella
3. En una maniobra de marcha atrás con su coche, golpea accidentalmente a otro automóvil que se encuentra aparcado. Usted:
a. Echa un vistazo alrededor, ve que hay un par de personas observándole y decide dejar una notita en el otro coche con su número de matrícula y su móvil… equivocado en una cifra. “A mí ya me la jugaron una vez, así que ahora me toca a mí”, se justifica.
b. Deja una nota en el limpiaparabrisas del coche que ha golpeado pidiendo disculpas e indicando su matrícula y su número de móvil correcto.
4. Como cada sábado, llevo a mi hijo a su partido de fútbol. Ya sé cómo son los padres de los chicos de otros equipos, así que…
a. Esta vez tomo yo la iniciativa, comienzo el coro de insultos al árbitro, continúo con los jugadores del otro equipo-de diez años de edad- y sus padres. Llevo toda la Liga aguantando improperios de otros, y ahora me toca a mí.
b. Le digo a mi hijo que disfrute del partido, que se lo pase bien, que vaya a por todas pero que, a la vez, sepa mantener la cabeza fría.
5. La Declaración de la Renta para Ud. es…
a. La forma de ver cómo pago menos a Hacienda, sea como sea.
b. Una obligación que tengo que cumplir.
6. Cuando era adolescente, una época le dio por robar con sus amigos en los centros comerciales. Nada “grave”: chucherías, algún CD de música, alguna camiseta de moda…
a. “Bueno, no fue para tanto. Anda que no gana dinero ese centro comercial. No me arrepiento; son cosas de niños. Tampoco me enfadaría ahora si lo hiciese mi hijo”.
b. “Sí, fue una etapa complicada de mi vida, pero estuvo mal. No debería haberlo hecho”.
7. “Todo hombre tiene un precio”. Esta frase:
a. “Es verdad. Y el que diga lo contrario es un hipócrita y un cínico”.
b. “No es cierta. Nadie debería renunciar a sus valores y principios por dinero”.
8. “En la empresa, para llegar arriba, hay que pisar a algunas personas”. Esta frase:
a. “De nuevo, es cierta. A ver, en temas de trabajo, vale casi todo, que tengo una mujer y unos hijos a los que alimentar. Además, a mí me han pisado otros, así que les pago con la misma moneda. Dejaos de idealismos e historias; esto es la vida real”.
b. “De nuevo, no es cierta. Vale más mantenerse fiel a unos ideales que pisotearlos para llegar más alto (¿realmente es más alto?)”.
9. En la universidad, Ud. era un as haciendo “chuletas” para los exámenes.
a. Gracias a eso, soy licenciado. Además, no te pongas dramático; todo el mundo lo hace. No pasa nada.
b. Los españoles somos excesivamente permisivos en este punto. Muchos universitarios de otros países se sorprenden muchísimo cuando llegan a España y ven la impunidad con la que se copia en los exámenes.
10. Está Ud. de viaje y lejos de casa. Su mujer (ésa a la que en la pregunta 8 tenía que alimentar y cuidar; ésa) no se va a enterar, así que…
a. No pasa nada por echar una canita al aire. Sé que quiero a mi mujer; esto es otra cosa.
b. Estoy casado. Es suficiente.
- Si tiene mayoría de “A”: Querido lector, mírese al espejo y repita: “Soy un corrupto. Y no robo más porque no puedo. Pero si pudiera…”. No sale Ud. en los periódicos ni abre los telediarios porque no le conoce nadie, pero no se engañe: es Ud. un chorizo de tomo y lomo, como ésos a los que insulta cuando salen en la tele. Pero ya sabe que siempre hay esperanza y que es posible el cambio. Anímese, antes de que sea demasiado tarde.
- Si tiene mayoría de “B”: Enhorabuena, es Ud. una persona honrada, que no se pliega a las mayorías “ni sigue el camino de los impíos” (Sal.1). Siga así; ya sabe que “el que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel” (Lc. 16, 10). Su vida florecerá y dará fruto, aunque en ocasiones le tocará pasar por momentos de dificultad y persecución. En definitiva, es Ud. cristiano.
Álex NAVAJAS
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