Header Ads

Al filo de los 103

Recogido de Ecclesia Digital
 

El misionero jesuita italiano Vito Perniola fallecía el pasado enero en la casa que la Compañía de Jesús tiene en Akkaparanaha, una pequeña localidad en el centro de Sri Lanka. Ahora sus restos descansan en la capilla de esta casa jesuita.

El padre Vito habría cumplido 103 años el próximo 10 abril. En el año 2013, cuando celebró sus cien años, casi todos los representantes de la Iglesia católica en Sri Lanka y numerosísimos fieles asistieron a la misa que él mismo presidió para dar gracias a Dios por toda una vida a su servicio.

El padre Perniola había nacido en Santeramo, cerca de la ciudad italiana de Bari, el 10 de abril de 1913. El quinto de nueve hermanos en una familia profundamente católica, dos de sus hermanas se hicieron religiosas y dos de sus hermanos sacerdotes. Como si fuera una señal de lo que iba a ser su vida, se sintió llamado ser jesuita, según contaba él mismo, el día 3 de diciembre de 1924, día de San Francisco Javier, el patrono de las misiones. Fue en 1928 cuando se haría realidad su deseo de ser jesuita al entrar en el noviciado jesuita de Nápoles. Cuatro años después ya estaba en Shembaganur, en el sur de la India. En 1940 se graduó por la Universidad de Londres en Lenguas Orientales, con el pali y el sánscrito como principales lenguas.

Se ordenó sacerdote en Kandy, Sri Lanka, en 1943. Comenzaba una labor sacerdotal en este país isla que se prolongaría más de 70 años. Ciudadano honorario de Sri Lanka desde 1949, comenzó atendiendo una parroquia, fue rector del colegio jesuita St. Aloysius, de Galle, preparó la edición de la Historia de la Iglesia católica en Ceilán. Experto en pali, idioma del que publicó gramáticas en singalés, siempre mantuvo su cita con el “Mensajero del Corazón de Jesús” que se publicaba en el país. Fueron numerosas las condecoraciones y reconocimientos que recibió por su labor sacerdotal y como académico lingüista e historiador. Fue provincial de Ceilán y formó parte de la 32 Congregación General de la Compañía. Sus últimos años los dedicó a la Parroquia de Santa María en Dehiwala.

El lema de su vida en Sri Lanka fue, según él mismo decía, “soy sacerdote y tengo que estar siempre a disposición de todos”.

Descanse en paz.


 

This entry passed through the Full-Text RSS service - if this is your content and you're reading it on someone else's site, please read the FAQ at http://ift.tt/jcXqJW.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.