¡Ya está bien!

 No nos hace falta valor para emprender 

 ciertas cosas porque sean difíciles,

sino que son difíciles porque

nos falta valor para emprenderlas.

-Lucio Anneo Séneca-

 

¡Ya está bien de callar, amigos!¡ Ya está bien! Durante las campañas electorales, algunos políticos, una y otra vez proponen acabar con «los privilegios de la iglesia».   Personalmente estoy cansado de escuchar tan solemne memez no sólo en algunos políticos o sindicalistas, sino en gente de la calle que se hace eco de semejante despropósito.

 A todas estas personas le voy a demostrar, con datos, que con lo que hay que acabar es con «los privilegios del Estado». Escuchen.

 Ya está bien de subvencionar al Ministerio de Educación atendiendo a un millón y medio de estudiantes, en los colegios concertados, y ahorrándole al Estado 15.000   millones.

 Ya está bien de subvencionar a este mismo Ministerio con la atención a marginados, ex toxicómanos y otros sectores excluidos de la sociedad en los 365 centros de reeducación de la iglesia que ahorran 183 millones al  Estado.

 Ya está bien de subvencionar al Ministerio de Asuntos Sociales atendiendo a docenas de miles de personas necesitadas en los comedores y albergues de religiosas ahorrando al Estado 50 millones.

 Ya está bien de subvencionar a este mismo Ministerio el cuidado de veinticinco mil niños y adolescentes en los novecientos orfanatos de la Iglesia ahorrando al Estado 94 millones.

 Ya está bien de subvencionar al Ministerio de Sanidad con el cuidado de miles de minusválidos, enfermos terminales y el 75% de los enfermos de SIDA en los hospitales, centros de atención y acogida con un total de 51.000 camas que ahorran al Estado  9.400 millones.

 Y la lista no termina aquí, aunque nosotros, por razón de espacio, sí terminamos aquí la lista porque es suficiente para demostrar lo que decimos.

 Ya está bien, amigos, de poner la otra mejilla. Ya está bien. Es hora de exigir justicia en el sentido de dar a cada uno lo que   le corresponde. Y a la Iglesia le corresponde ser declarada entidad de bien social sin ánimo de lucro, en lugar de estar hostigándola por algunos políticos-sindicalistas cargados de fanatismo antirreligioso y antisocial, porque atacar a la iglesia es atacar a los pobres que ella atiende.

 ¡Ya está bien de callar, amigos! ¡Ya está bien!

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