Header Ads

De Donald Trump y los derechos de mujeres y homosexuales


 
            No paro de oírlo en televisión cuando por la calle entrevistan sobre la victoria de Donald Trump. Preguntan a uno y dice “tengo mucho miedo por los derechos de los homosexuales”. Interrogan a otra y responde: “estoy atemorizada por los derechos de las mujeres”. Y lo primero que me he preguntado yo es: ¿Derechos de los homosexuales? ¿Derechos delas mujeres? ¿Pero qué son los derechos de los homosexuales? ¿Pero qué son los derechos de las mujeres? Que yo sepa lo que hay son derechos de las personas, derechos de los seres humanos, no derechos de las mujeres o derechos de los homosexuales. O dicho de otra manera, por lo que yo sé, mujeres y homosexuales no tienen derechos en cuanto mujeres y homosexuales, los tienen en cuanto persones, ¿no fue siempre así? Porque de hecho, si homosexuales y mujeres tuvieran derechos que no tienen hombres y heterosexuales, entonces es que unos y otros, otros y unos, no serían, no seríamos, iguales. Y si unos y otros no somos iguales, entonces lo que falla es, precisamente, el que la Declaración Universal de los Derechos Humanos del año 1948, firmada en el seno de la Organización de Naciones Unidas, proclama en su articulo 1 como el primero de los derechos humanos:
 
            “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
 
            Un articulo que aunque con cierta tardanza en su articulado, también recoge nuestra flamante Constitución de 1978, cuyo articulo 14 reza así:
 
            “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
 
            A no ser (¡ah, claro, ahora lo entiendo!) que estemos hablando de otra cosa, y más que de derechos, a lo que nos referimos sea a privilegios: a los privilegios de los homosexuales, a los privilegios de las mujeres. Entonces sí, entonces las declaracions obtenidas por la calle adquieren toda su vigencia: “Estoy preocupado por los privilegios de los homosexuales”. “Estoy preocupado por los privilegios de las mujeres”. Eso sí suena bien.
 
            Porque, lamentablemente, de eso va el derecho últimamente, en eso consisten los “grandes logros” de la Humanidad en los últimos tiempos: en diferenciar a los seres humanos en grupos de buenos y en grupos de malos, en crear derechos, vale decir, privilegios, que lo son para unos pero no para otros; en crear delitos que lo son cuando los cometen unos, pero no cuando los cometen los otros; en otorgar a unos grupos humanos el marchamo de la bondad original, mientras otros portan en solitario la pesada carga del pecado original, esos que el famoso capitán Louis Renault de la pel·lícula Casablanca llamaba “los sospechosos habituales”; en crear cuotas para que unos tengan el acceso a determinados cotas con mayor facilidad que los otros; en implementar, en definitiva, la “Sociedad de la discriminación”, palabra tan espantosa que no cabe sinó intentar adornar con el apellido “positiva” para formar así uno de los más cacofónicos oximorones que quepa imaginar, el de la “discriminación positiva”, algo así como hablar de “la desgracia positiva”, de “la enfermedad positiva”, de “la muerte positiva”, de la “negación positiva”, en suma.
 
            Nada mejor que los interpelados por la calle para confirmar que eso es así. Una pena, una verdadera pena, la verdad. ¡Con lo que estaba costando conquistar la igualdad! ¿Será verdad que Trump viene para acabar con ello?
 
            Que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Por aquí les espero.
 
 
            ©L.A.
            Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día, o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es
 
 
 
Otros artículos del autor relacionados con el tema
(haga click en el título si desea leerlos)
 
¿Vivimos en una sociedad tan tolerante como nos gusta creer?
¿De verdad es feminista el feminismo? ¿O es más bien otra cosa?
De un ministro que degusta las delicias de la ley que él mismo alumbró
Niños de primera y niños de segunda, según los asesine su padre o su madre
De la asimetría en el discurso imperante en España
Violencia machista vs. violencia de género vs. violencia doméstica
¿Qué tal una ILP contra la discriminación en la Ley de protección contra la violencia de género?
 
 
 

Let's block ads! (Why?)

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.