San Salomón de Jerusalén, rey.
Fue Salomón el segundo hijo del rey San David (29 de diciembre) y Betsabé, a la que sabemos cómo conquistó David. Fue Salomón el tercer rey de Israel, reinando casi 40 años. Aunque David tenía otros hijos con otras mujeres, prefirió que lo sucediese Salomón, y acertó. Para quitarse competencia mandó matar a su hermano Adonías, que pretendía el reino, y depuso al sacerdote Abiatar, que lo apoyaba. Aunque tenía un exquisito harén, tomó por esposa a la hija del faraón, para consolidar su poderío, afianzar alianzas y frenar a enemigos. Su sabiduría se hizo legendaria, y aún hoy llamamos juicio o decisión "salomónico" a aquello que se resuelve de modo justo e inteligente. El origen está en la historia de todos conocida que se narra en 1 Reyes 3, 16-28, en la cual Salomón se enfrenta a dos mujeres que reclaman ser la madre de un niño. Como no hay pruebas, Salomón, para probarlas, ordena que corten el niño a la mitad y den una mitad a cada mujer. Una de ellas se niega, prefiriendo lo entreguen a la otra. Entonces Salomón dictamina que esa es la verdadera madre.
Salomón engrandeció el reino, estableció nuevas rutas de comercio, explotó minas, hizo calzadas y numerosas infraestructuras. Terminó y embelleció sobremanera el Templo de Jerusalén, dedicándolo personalmente. Hasta la misma reina de Saba, famosa por su belleza y sabiduría, se rindió a las riquezas y sabiduría de Salomón, cuando le visitó. Ni todo su despliegue de riqueza y poderío opacó la grandeza del rey Salomón. Todo lo que le preguntó, Salomón lo sabía, quedando la reina impresionada. Ella le regaló numerosos bienes y tesoros, y él pues entregó a ella su voluntad. Conocido es en la Escritura por atribuírsele el Cantar de los Cantares, poema erótico de gran belleza, en el que con imágenes sensuales se expresan realidades teológicas y espirituales. Igualmente se le atribuyen los libros Proverbios y Eclesiastés. Hacia el fin de su vida, Salomón pecó permitiendo la idolatría, dejando que cada quien de sus mujeres extranjeras adorase a su propio dios. Por ello, luego de su muerte, el reino fue dividido entre los reinos de Israel y Judá.
La Iglesia romana no lo celebra litúrgicamente, pero algunas orientales sí, aunque lo representa comúnmente entre los sabios y doctores. Especialmente la Iglesia Copta, que entre sus muchas tradiciones tiene una que narra que Salomón y la reina de Saba tuvieron un hijo que sería rey de Etiopía y que antes de la destrucción del Templo, salvó el Arca de la Alianza, escondiéndola en un lugar ignoto. Los musulmanes igualmente le consideran un gran rey y profeta.
A 17 de junio además se celebra a
San Manuel y hermanos mártires.
San Adolfo de Torney, obispo.
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