San Cedon de Aix, obispo.
Aunque ciertamente, existió un prelado llamado Cedon o Sidonio, la leyenda provenzal de Santa María Magdalena (22 de julio, 4 de mayo, traslación de las reliquias, y 5 de mayo en la Iglesia Oriental) ha tejido una trama tan espesa que el Cedon original ha perdido color y forma para convertirse en un cuento de hadas. Es uno más de los "santos en la máquina del tiempo".
Según la leyenda, Cedon fue el el ciego de nacimiento del que se habla en el Evangelio de San Juan, capítulo 9, y que fue sanado por Jesús. Luego de sana su visión, sanó su alma convirtiéndose y siendo discípulo de Cristo. Luego de la Ascensión, como cuenta la leyenda, partir los discípulos, y arreciar la persecución contra los cristianos, María Magdalena con su hermanos San Lázaro (29 de julio y 17 de diciembre) y Santa Marta (29 de julio), San Maximino (8 de junio), Santas Sara y Marcela (criadas de la familia. 28 de julio), Santa María Salomé (22 de octubre y 5 de mayo), Santa María la de Cleofás (9 y 11 de abril y 5 y 25 de mayo) y nuestro santo, se trasladaría a la Provenza, entre los años 42-43. Más que trasladarse, les llevaron, pues fueron metidos en un buque sin velas, ni remos ni timón y abandonados en el mar, llegaron hasta Marsella, desde donde fueron a Aix.
San Maximino fue el primer obispo de la región, y allí habría construido y consagrado una pequeña capilla dedicada al Salvador, en cuyo altar pondría reliquias del Santo Sepulcro de Cristo. Cedon le acompañaba en sus predicaciones, convirtiendo a muchos a Cristo. A la muerte de Maximino, Cedon ocupó su lugar frente a la sede. Luego de una intensa labor apostólica habría muerto a finales del siglo I. La leyenda dice que fue sepultado en la santa cueva de la Magdalena. Esta cueva alcanzó su gran esplendor devocional a partir del siglo XIII, cuando Carlos de Anjou, hermano de San Luis de Francia (25 de agosto) tomó poder del territorio de Provenza y el 12 de diciembre de 1279 se publicó el hallazgo de las reliquias de la Magdalena, Maximino, Marcela, Sara y Cedon, cuyas tumbas están en la cripta.
A 23 de agosto además se celebra a
Santa Ebba de Coldingham, abadesa.
Santos Claudio, Asterio y Neón, mártires.
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