Header Ads

Puedes odiarme y rechazarme, eres mi hermano. S. Agustín

Sin duda hay que respetar las diferencias, pero hay que empezar por reconocer que las tenemos y que son naturales. No hay forma humana de trabajar unidos sin que reconozcamos y valoremos lo que nuestro hermano tiene de bueno y nuestras propias limitaciones. Dentro de la Iglesia tenemos mucho que construir unidos y aprender unos de otros

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.