Los enemigos de los cristianos, según el arzobispo Jacques Behnan Hindo
Recep Tayyip Erdogan, fue el socio del anterior presidente español, José Luís Rodríguez Zapatero, en la inactiva, inoperante, ineficaz y vaga nebulosa “Alianza de Civilizaciones” del 21 septiembre de 2004, versión algo más actualizada del “Diálogo de Civilizaciones” propuesta por el ulema y entonces presidente de la República Islámica de Irán Seyyed Mohammad Jatami en 2001
El gobierno islámico turco de Recep Tayyip Erdogan está haciendo el doble juego con Occidente, por un lado se presenta como moderado ante los occidentales en general y ante la Unión Europea y los Estados Unidos de Norteamérica, pero en su política interna va apretando cada vez más el lazo islámico sobre el cuello de su población, a la vez que financia organizaciones yihadistas como las chechenas y uigures chinas, que no “molestan” mucho a las potencias occidentales por que los islamoterroristas chechenos acosan sanguinariamente a los rusos, y a los chinos, a la vez que compra de contrabando el petróleo que el Estado Islámico le vende y le pertrecha de armamento y permite que los yihadistas del Frente Al-Nusra y de Estado Islámico sean tratados médica y quirúrgicamente en Turquía mientras impide que kurdos y voluntarios puedan socorrer a la población civil cristiana y yazidí que es masacrada, esclavizada y vendida por los muyahidines (yihadistas). También Turquía es la puerta de entrada de todos los yihadistas europeos que se incorporan a las filas de Estado Islámico gracias a la total permeabilidad de su frontera con Siria e Irak y la absoluta permisibilidad de las autoridades turcas, aunque Ankara ha prohibido –en el papel y teóricamente- el comercio y el apoyo al Estado Islámico, para “contentar” a los europeos y norteamericanos. Turquía se ha negado a permitir a la coalición anti-Estado Islámico liderada por Estados Unidos para lanzar ataques militares desde territorio turco, aunque hay discusiones –de larguísima duración- en curso para permitir operar drones fuera de la base aérea de Incirlik cerca de la frontera con Siria. El 4 de mayo de 2015 Ben Hubbard y Karam Shoumali publicaron en The New York Times un informe sobre la venta de toneladas de fertilizante de nitrato de amonio por parte de Turquía al Estado Islámico. “No es para la agricultura, es por bombas”, dijo Mehmet Ayhan, un político de la ciudad turca de Akcakale. Este político, de la oposición a Erdogan, que no se opone a este suministro, dice que el suministro de este material para hacer bombas crea trabajos en su ciudad y añade: “Mientras el pueblo turco se beneficia de esto - sin importar a dónde va en el otro lado - es una buena cosa”. [2]
Es totalmente cierto lo que dice el arzobispo católico Jacques Behnan Hindo, “el verdadero enemigo para los cristianos son el Estado Islámico y todos los demás grupos islamistas”, pero no sólo de los cristianos de Oriente Medio, también de Occidente, así como también de las personas que aman la libertad, la igualdad de género, la solidaridad, el respeto a las minorías, la democracia.
NOTAS
[2] Fertilizer, Also Suited for Bombs, Flows to ISIS Territory From Turkey. By BEN HUBBARD and KARAM SHOUMALI. MAY 4, 2015. The New York Times
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