El padre Mourad se disfrazó y se escapó de los yihadistas en moto: varias veces se negó a apostatar

El padre Jacques Mourad, prior del monasterio católico de Mar Elian en Siria, estuvo 5 meses prisionero de Estado Islámico y ahora está libre, pero no porque le hayan liberado o se haya pagado un rescate (las organizaciones católicas no suelen pagar rescate por clérigos secuestrados para evitar que la práctica se generalice) sino porque se escapó.

El padre Mourad fue capturado junto a otro joven el 21 de mayo en el monasterio de Mar Elian por yihadistas de Estado Islámico que habían ocupado Al Qariatayn, el pueblo con mucha población cristiana que está obligado a pagar una "yizya" o impuesto de infieles a la organización terrorista.

“Los primeros cuatro días estuvimos en las montañas, encerrados en el coche del monasterio. El 11 de agosto nos llevaron cerca de Palmira, donde están prisioneros otros 250 cristianos de la ciudad de Al Qariatayn”, indicó.

“Casi cada día alguien entraba en mi prisión y me preguntaba: ‘¿qué eres?’. Yo respondía: ‘soy nazareno, es decir cristiano’. ‘Entonces eres un infiel’, gritaban. "Puesto que eres un infiel, si no te conviertes [al Islam] te degollaremos con un cuchillo’”.

A los prisioneros cristianos secuestrados se les ofrecía varias veces, entre amenazas, la posibilidad de firmar un acta renunciando a su fe cristiana, cosa que el sacerdote rechazó firmar en cada ocasión.

Finalmente, el padre Mourad consiguió escaparse de Al Qariatayn.

“Me disfracé para dejar Al Qariatayn, me fugué en una moto con la ayuda de un amigo musulmán", explica a la cadena italiana católica TV2000. Su libertad fue anunciada con alegría por el Patriarca de Antioquia, Ignace Youssif III Younan, pastor de los católicos de rito siríaco.

"Ahora estoy trabajando con un sacerdote ortodoxo y otros amigos beduinos y musulmanes para liberar a los otros 200 cristianos que siguen prisioneros. Hoy mismo, por ejemplo, pudieron escapar otros 40 cristianos”, explicó este lunes.

“Esto es un milagro que el buen Dios me ha dado: mientras era prisionero esperaba el día de mi muerte, pero con una gran paz interior. No tenía ninguna objeción a morir por el nombre de Nuestro Señor, no sería ni el primero ni el último, sino uno entre los millares de mártires por Cristo”, señaló el sacerdote siro-católico a TV2000.

“Quiero dar las gracias a todos aquellos que han rezado por mi liberación. Verdaderamente es un milagro que un sacerdote fuera liberado de las manos del ISIS. Es un milagro que la Virgen María ha hecho por mí” afirmó.

Quedan al menos otros 190 cristianos siríacos de Al Qariatayn en manos de ese grupo de yihadistas y los católicos de Siria se muestran preocupados porque puedan ser víctimas de represalias.

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