Escondido en la cúpula pasó la Guerra
Odisur
Con una gran asistencia de fieles, Macael ha rendido un sentido homenaje al que fue su párroco durante 50 años, D. Manuel Rubira Sola. Los actos comenzaron el pasado miércoles cuando se inauguraba una exposición fotográfica sobre la vida de este querido sacerdote. Ya el viernes, sus restos fueron recibidos en el monumento al Cantero. A continuación, la comitiva se trasladó hasta el templo donde se celebró la santa misa donde fueron inhumados sus restos sus restos mortales junto a la Virgen del Rosario, cumpliendo así la voluntad de este sacerdote que promovió la devoción mariana en este municipio.
El actual párroco de Macael, D. Óscar Trujillo, afirma que “fue un buen pastor y entregado a su pueblo, un trabajador incansable e instrumento de paz en los momentos más difíciles”. Entre sus actos más destacados, además del gran cariño que manifestaba a su pueblo, se encuentra la reconstrucción de la cúpula de la iglesia de Laroya, donde se “escondió” durante la Guerra Civil, tal y como recuerdan desde el Consistorio. También reconstruyó la iglesia de Macael y su casa parroquial a base de trabajo voluntario y de los vecinos y feligreses. Durante los años que estuvo en Macael vivió plenamente entregado a su pueblo. Abrió una academia en la Torre de la Iglesia para impartir clases a los niños, e inculcó la gran pasión por la Virgen del Rosario.
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