Transforma la vida de las personas y de la sociedad
La predicación del Evangelio está al servicio de un mundo nuevo. Cuando esa predicación es entusiasta, convencida, valiente, confiada, entonces el poder de Jesucristo se manifiesta de maneras variadas, transformando la vida de las personas y de la sociedad.
Si hay un modelo de lo que significa una predicación con poder, ése es San Pablo. Su fervorosa misión apostólica es un modelo del entusiasmo que derrama el Espíritu Santo. Vale la pena leer la descripción que él mismo hace en 2 Corintios 11,26. El libro de los Hechos recoge las tradiciones que se habían difundido sobre los prodigios "poco comunes" que Jesús hacía a través de Pablo (Hechos 19,11-12). Y concluye: "Así, por el poder del Señor, la Palabra se difundía y se afianzaba" (Hechos 19,20).
Recordando a San Pablo, pidamos al Espíritu Santo que nos ayude para que podamos convertirnos más profundamente y también para que no desgastemos inútilmente nuestras energías y vivamos con ese entusiasmo que experimentó San Pablo.</span>
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