Con villancicos, los vecinos de Callosa de Segura impiden por segunda vez que la grúa retire su cruz

Este viernes 16 de diciembre a primera hora de la mañana han vuelto una grúa y unos operarios a intentar retirar la gran cruz de mármol ante la iglesia de San Martín en Callosa de Segura, un pueblo de 18.000 habitantes a mitad de camino entre Murcia y Alicante. Pero como sucedió ya el miércoles pasado, los vecinos lo han impedido al rodear docenas de ellos la cruz bloqueando el acceso.

Sentados en sillas o de pie, bien agrupados, y cantando villancicos como "El Chiquirritín" o himnos a la Virgen, los parroquianos se han mantenido firmes.

Les rodeó la policía y la Guardia Civil e incluso acudió el alcalde, Francisco José Maciá, del PSOE, a pedir a los vecinos que se apartasen. Pero ellos se negaron y después de un buen rato fueron la grúa y los operarios los que se retiraron.

Se apuntan así una nueva victoria simbólica y mediática los vecinos coordinados con el nombre de Plataforma en Defensa de la Cruz, que ya en agosto presentaron al alcalde 8.000 firmas de vecinos en contra de la retirada de la cruz, ignoradas por el mandatario municipal. 

Los vecinos y parroquianos -especialmente las personas de mayor edad, con más tiempo libre- vigilan la plaza continuamente, hacen turnos y están organizados para congregarse rápidamente si vuelven la grúa y los obreros de la empresa contratada por el Ayuntamiento. Callosa, que solía estar gobernada por el PP, cuenta desde la últimas elecciones municipales con un gobierno del PSOE, Esquerra Unida y Somos (confluencia de Podemos). 

El pasado miércoles los vecinos acudieron directamente a golpe de campana. Un hombre estacionó su vehículo junto al monumento para que la grúa no pudiera trabajar. Otros rodearon el monumento. Todo se hizo de manera pacífica. Fue el primer intento fallido por parte de los operarios contratados por el Ayuntamiento.

La Ley de Zapatero que el PP mantuvo
En marzo de 2016 el nuevo equipo municipal decidió retirar la cruz (que pertenece a la parroquia) y esconderla en el cementerio parroquial, afirmando que así se cumple la Ley de Memoria Histórica que implantó en 2007 el presidente Rodríguez Zapatero y que el PP ha mantenido intacta.

Para la izquierda, el monumento conmemora a José Antonio Primo de Rivera y a los caídos del bando franquista en la Guerra Civil. Los vecinos responden que es simplemente un signo cristiano. 

Según informaron los manifestantes, hace unos días el alcalde había previsto una reunión para hablar sobre la retirada de la cruz, pero según precisó Maciá él tan solo pretendía preguntar al párroco dónde dejar la cruz después de quitarla de la plaza. De hecho, la decisión de la retirada de esta cruz se encuentra en los tribunales y hay un juicio previsto para noviembre de 2017.

Un concejal del Partido Popular interpuso un recurso contencioso para que se derogara la decisión del Gobierno municipal, pero aunque se solicitaron medidas cautelares para bloquear su traslado, fueron rechazadas. La Asociación de Abogados Cristianos (AEAC) pide “respeto hacia los cristianos y respeto a la libertad religiosa, ya que a día de hoy está claro que la única intención del equipo de gobierno municipal es retirar una cruz que carece de cualquier símbolo político”.

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